BAYONA (FRANCIA) VIII.

Sus calles con aires bohemios.Días antes la ciudad había sido engalanada para celebrar sus fiestas.

Sigo diciendo que en los días que hemos estado en el país vecino no nos hemos podido comunicar con nadie de manera distinta al lenguaje que utilizan los mimos o los indios,je,je.Aún asi...comimos,no tuvimos ninguna dificultad en conseguir nuestras cosas,ja,ja.

Me llama mucho,muchísimo la atención que nadie hablé alli nuestro idioma,aunque séa un poquito,joooo...somos vecinos.Hace unos tres años hicimos una visita anterior a Francia,esa vez lo hicimos a la zona de los valles de Ossoau y de Aspe ¡y tampoco nadie nos pudo dirigir una palabra como las nuestras,como las de casa!.Tan sólo en la gruta de Lourdes,se acercó a nosotros al llegarle el eco de nuestras palabras una señora y nos consultó....¿sois de España?.Yo también y se abrazó muy contenta a nosotros.

Era una señora que llevaba muchos años viviendo en el vecino país,¡no me extraña visto lo visto que escucharnos hablar para ella sonase a música celestial!.

Lo más gracioso no sucedió una noche en la localidad de Socoa,una preciosa localidad marinera.

Nos pusieron café con leche y preguntamos si tenian croissant,¡ no entiendo como una palabra tan suya no la podian entender!,si,si,supongo que la pronunciariamos mal,ja,ja.El camarero,supersimpático y amable,aunque ¡ no fuimos capaces de entendernos!,cuando creyó habernos entendido y ¡nosotros ya estábamos hasta contentos por ello!,nos sirvió......¡unos palillos!.,Je,je,je,je,je.

Pedimos un tierno y esponjoso croissant y nos llevaron a la mesa...¡palillos de madera redondos! y nos repetia haciendo gestos con las manos:España,España.

Lo interpretamos como que alli se tiene la idea de que todos los españoles tras tomar un café,salimos de los sitios con un palillo en la boca,je,je,je.

¿Nos quedamos aquella noche sin poder acompañar el café? Nooooo.

Siendo españoles y previsores,je,je.Conociendo que nuestros próximos vecinos son parecidos a nuestras gallinitas y es complicadillo matar gusanillos pasada cierta temprana hora,¡no nos faltaba nunca nuestro paquete de galletas!,je,je.

Y como soy española,necesitaba comer y nuestras costumbres no las sabian complacer,ni corta ni perozosa,pero con educación....¡me llevé mi paquetito a la mesa!.Je,je.

Es verdad que las galletas eran francesas.

Quizá con este gesto,el próximo español que llegué en lugar de recibir palillos duros de madera para sumegir en la leche....¡reciba unas sabrosas galletas!,ja,ja.